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El proyecto parte de una situación muy similar a la TIENDA SONICA, y es la exigencia del propietario que se expongan aproximadamente unas 60 variedades de hortalizas y frutas, y adicionalmente materia prima elaborada a partir de dichos productos, por ende, el proyecto surge ya con el fuerte condicionante de que sea el espacio expositivo el punto de partida del proyecto, al mismo tiempo que se insertan estos usos en la planta baja de un edificio preexistente de oficinas, que estuvo históricamente ocupado por dependencias universitarias.

Con estas condicionantes, la planta del local se desarrolla en función de los recorridos que surgen de la disposición del mobiliario contenedor y expositor, de las neveras, cajas y áreas de recepción y manipulación de la mercancía. Por esta situación, el diseño del local se basa en 3 puntos básicos: el mobiliario expositor fabricado en madera de pino, la cubierta, y el suelo.

En el caso de la cubierta, la misma se cierra con plafones y luminarias circulares, que permiten que las mismas se conviertan en la referencia estética por excelencia del local, a lo que se suma un piso rústico en concreto martillado y el mobiliario, que acompaña el local, con igual dureza, en madera de pino cruda.

La fachada exterior se ciega casi en su totalidad, con el fin de abrir leves aperturas que den una ventana hacia los usos interiores. En todo esto, la arquitectura pasa a un plano netamente funcional, con el fin de que la identidad de marca y el funcionamiento propiamente dicho, sean los que dicten la estética e imagen de la tienda.

ARQUITECTURA

Arq. Anaís Caballero, Arq. Francisco Fernández
Arq. Katheryn Andrade

INGENIERÍA

Ing. Rafael Boscán, Ing. Samuel Hinestroza

Comercial

TIENDA FRESCONI

Año

Locación

Estatus

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