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La idea de densificación es justamente una de las que más nos ocupa en nuestro discurrir, con ello, el atender proyectos de pequeña escala en terrenos normalmente obviados por los desarrolladores tradicionales, termina siendo una muy pertinente forma de incrementar la ocupación en la ciudad. En este caso un terreno de apenas 410m2 admite la incorporación de 5 inmuebles de 168 metros cuadrados, un solárium en el nivel de azotea y 10 puestos de estacionamiento.

A ello se añade la idea de mejorar condiciones o calidades dentro de la propia construcción, entregando garantías, como por ejemplo, el uso de un solo ascensor de gran dimensión, y de alta velocidad, versus los dos ascensores tradicionales. Esto permite diseñar un núcleo de circulación mucho más pequeño, reduciendo las áreas de mantenimiento cotidianas y subutilizadas en los esquemas habituales, que ubicándose hacia el frente, permiten disponer de la mayor parte de la superficie para estacionamientos, y se dispone la terraza para incorporar facilidades complementarias del uso del apartamento.

El plano general de los apartamentos de disponer un espacio social flexible, completamente abierto y libre de cualquier obstáculo visual o estructural, que puede admitir distintas organizaciones a voluntad del propietario. Esto es posible a través de la importante luz entre apoyos, dejando prácticamente un espacio pasante, de fachada a fachada, ventanal a ventanal, garantizando ventilación natural, iluminación y fuga total de las visuales. Luego del área social, se concentraron en una barra húmeda, los baños de los dormitorios, el baño de visita y las salas de los aires acondicionados, optimizando así el uso de los sistemas sanitarios y mecánicos. Al fondo del desarrollo nos encontramos con los dormitorios; dos dormitorios auxiliares y un dormitorio principal con su vestier, con dimensiones muy superiores a las que estamos acostumbrados a encontrar en propuestas con el mismo metraje.

Dada las dimensiones acotadas del predio y evaluando el mercado inmobiliario, se decidió colocar en el nivel azotea espacios de esparcimiento y entretenimiento. La terraza cuenta con un solárium, duchas al aire libre y un pequeño lounge con parrillera, que aprovechan la vista al lago de Maracaibo desde una altura privilegiada en una zona predominantemente baja. Igualmente condicionado por el tamaño de la parcela, el lobby de acceso peatonal es comedido, pero con cualidades a la altura de los requerimientos de los clientes. Revestimientos de alto tráfico y estética italiana, que se repiten en ciertos puntos en fachada, opacan las dimensiones acotadas del proyecto.

En el ámbito constructivo, la restricción de los estacionamientos fuerza a considerar una luz de 11 metros en vigas y 7 metros losas, en con el fin de albergarlos en planta baja, dicha instancia nos genera en los pisos superiores espacios de flexible disposición, liberando completamente los apartamentos de elementos estructurales.

Debido a las luces cuadradas y a la distancia a cubrir, se requirió el uso de losas macizas doblemente armadas, que salvasen las importantes distancias entre apoyos, permitiéndonos mantener los techos con acabados obra limpia, para lo cual se elaboró un plano de taller para la construcción de los encofrados en patrones alternados. Para lograr obtener secciones rentables en un edificio tan pesado, se optó por substituir el agregado grueso del concreto de toda la estructura, por agregado ligero en forma de arcilla expandida (ALIVEN), aligerando hasta en un 30% el peso del edificio, reduciendo el tamaño de las fundaciones y demás secciones, convirtiéndose en uno de los proyectos en concreto armado aligerado más grandes de la última década en Venezuela. Las losas macizas aligeradas ofrecen un comportamiento acústico, térmico y contra incendios superior a los sistemas convencionales.

Debido a la geometría inherente al terreno, las fachadas reciben un asoleamiento en extremo acusado, exponiéndose a la radiación solar de Oeste y Este, cuestión que se salva protegiendo las mismas con romanillas de aluminio y madera que reducen la incidencia solar hasta en un 60%, aportando además privacidad, sin comprometer la ventilación e ingreso de luz al interior de los inmuebles, permitiendo obviar la iluminación artificial durante el día en más del 95% de los espacios. Todas las fuentes de iluminación artificial del proyecto serán LED, inclusive con sensores de movimiento y de ocupación en zonas comunes, para garantizar el menor desperdicio de electricidad.

El proyecto se destaca por tener un excelente comportamiento térmico, los grandes ventanales y las importantes alturas libres, permiten obtener maximizar la ventilación cruzada y el desplazamiento del aire caliente, garantizando confort térmico al menos el 65% del tiempo. También se manejaron estrategias para reducir el consumo de los A/C en momentos que la ventilación cruzada no es suficiente. Todos los muros perimetrales están elaborados con bloques de concreto rellenos de ALIVEN suelto, mejorando las prestaciones térmicas en un 85%, reduciendo la transmisión acústica en 35dB y aumentando la resistencia contra incendios hasta 60 minutos. Estas, aunado a las grandes superficies de concreto a la vista, sirven de masa térmica para almacenar el calor excedente y liberarlo en la noche, permitiendo reducir los picos de consumo de los A/A.

Se logró reducir en 30% la energía embebida del proyecto completo, lo cual simboliza el verdadero impacto ambiental que tendría la edificación. Esta representa toda la energía consumida desde la construcción hasta el fin de la vida útil del edificio. Se logró utilizando materiales locales y reciclables, como la madera, el concreto y el aluminio, así como también reduciendo el consumo eléctrico por A/C e iluminación durante la operación del edificio.

ARQUITECTURA                                 Arq. María Fernanda Alizo, Arq. Daniela Mármol

INGENIERÍA                                                         Ing. Rafael Boscán, Ing. Andrés Botega