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Un local vacío de aproximadamente 400 metros cuadrados donde operarían dos empresas, con alturas que están determinadas por las instalaciones mecánicas dada la longitud del local, un frente angosto, ubicado en sótano, fueron las principales condicionantes en la aproximación al diseño.

La idea de la oficina con planta abierta surge de la necesidad de aludir procesos que ocurren de forma complementaria pero totalmente independiente entre MAT y Design Group, buscando democratizar la ocurrencia del trabajo, permitiendo una convivencia generalizada. Adicional a ello, al encontrarnos en un sótano, nos requiere el contar con la mayor amplitud en planta, para contrarrestar el relativo encierro. Además se desarrolla un estudio de iluminación por parte del Ing. Michele Casarin para lograr confort visual en el ambiente laboral. Rieles superficiales con spots móviles nos permiten modificar los acentos a disposición mientras el equipo crece y las necesidades cambian.

El plan se finiquita de forma relativamente sencilla, en el ala de mayor longitud se ubica el cuerpo administrativo, recepción, sala de reuniones, gerencia ejecutiva y todo el ámbito de proyecto de interiorismo, en la de menor dimensión se ubica el cuerpo de proyecto de arquitectura e ingeniería, junto con el kitchenette, el depósito y el plan de baños preexistentes.

Para delimitar el área de gerencia y kitchenette se utilizaron particiones acristaladas con marcos de aluminio en contraposición al área de conferencia, administración y recepción donde se utilizó un sistema de estructura liviana con láminas de OSV recubiertas con melaminico termo-encogible color plomo.

La oficina está totalmente automatizada por Livosmart, empresa aliada en proyectos integrales. De forma que los sistemas de iluminación, seguridad, red, aire acondicionado y sonido pueden ser controlados remotamente desde los celulares de los directivos para garantizar menos consumo de recursos y mayor atención a la propiedad.

El equipamiento esta integralmente traído desde Italia; mobiliario, iluminación, revestimientos, puertas, baños y particiones, evitando las complejidades y precariedades de la procura y la mano de obra local. La estética final de la oficina debía ser la proyección de la filosofía de la empresa, atención a los detalles, pulcritud en la ejecución y la mayor calidad espacial posible.

ARQUITECTURA                                 Arq. Francisco Fernández, Arq. Manuel Ball,                                                                                                   Lic. Ángel Darío Fernández

INGENIERÍA                                                                                       Ing. Michele Casarin