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La solicitud del cliente parte de la idea de tener una vivienda que en su cara posterior albergue un canal de nado, y que sobre el frente, se abra hacia la cancha de tenis, preexistente, y que formará parte de la dinámica de uso de la casa. Con lo cual se nos sugiere elaborar una casa abierta hacia sus dos fachadas más anchas, con la menor cantidad de obstáculos posibles. Es por ello que el proyecto plantea usar un solo eje de columnas, que remata con un doble eje en cada uno de los extremos, para albergar sobre la calle el área de estacionamientos y sobre el otro, la habitación principal. Dicho eje único, está compuesto por columnas cruciformes de concreto que aportan inercia en los dos sentidos para resistir los momentos ocasionados por cargas verticales y horizontales, soportando en cada uno de sus puntos de apoyo una viga invertida de 1.2 metro de alto, y que vuela 7.5 metros en cada dirección. Del sistema de vigas se cuelga una losa maciza, que se protege del calor local y la radiación por medio de una capa de áridos aligerados, funcionando a su vez como regulador térmico.

El sistema de proyecto intenta ser lo más sucinto en término estéticos; y la forma resultante de la casa no es más que la dinámica de muros y aperturas que atienden a los programas que contienen, y que intentan, sin menguar o ir en detrimento  del uso, respetar la explícita voluntad estructural de la vivienda, permitiendo siempre la iluminación natural de todos los espacios sin necesidad de iluminación artificial.

Las cuatro habitaciones se emplazan sobre una barra hacia el borde oeste y hacia el canal de nado, mientras que las áreas sociales; cocina, comedor, sala, área de barbeque y jacuzzi, se abren hacia el este y hacia la cancha de tenis. La vegetación rellena los retiros laterales, y de fondo, otorgando sombra y frescor, que contrastan con la superficie algo desolada de la cancha de tenis, que necesariamente debe permanecer descubierta.

En Maracaibo, la combinación de temperatura y humedad imposibilita que haya confort térmico durante todo el año, a menos que exista movimiento del aire a una velocidad no menor de 1,5 m/s, con lo cual se tendría confort al menos el 75% del tiempo. Se pretende que la casa funcione de manera híbrida, garantizando la ventilación deseada siempre y encendiendo el sistema de A/C solo cuando fuese necesario.

Para lograrlo, se utilizaron ciertas estrategias pasivas:

-Existe la posibilidad de ventilación cruzada regulable, gracias a la orientación y forma de los ventanales y a la distribución de la vivienda.

-En días de poco viento, se encienden automáticamente los ventiladores de techo, que logran velocidades mayores a 1,5 m/s con un consumo mínimo de electricidad.

-La altura libre de todos los espacios es de al menos 3,5 metros, logrando que el aire caliente ascienda sobre la zona de actividad y sea fácilmente desplazado fuera de la vivienda por la ventilación cruzada.

-Todas las ventanas están protegidas por quiebrasoles horizontales y por paneles mecanizados verticales que pueden cubrir por completo la superficie. (“shutters o santamarias”)

-El techo, siendo la superficie de mayor amplitud y con la mayor exposición solar, es protegido por una capa de arcilla expandida que además de proteger el manto asfaltico, reduce la transmisión de calor al interior.

La vivienda disfrutará de un sistema de automatización o domótica, que le permitirá regular y controlar la iluminación, los A/C, los quiebrasoles, el sistema de seguridad, las bombas y los electrodomésticos, reduciendo gastos innecesarios de electricidad.

EL sistema de A/C utilizado es de volumen de refrigerante variable (VRF), el cual permite controlar individualmente la temperatura de todos los espacios, encendiendo solo los cuartos que se estén utilizando.

El 70% del consumo energético de las viviendas en Maracaibo son a causa de los sistemas de A/C, justificando la especial importancia.

ARQUITECTURA                                         Arq. Marian Lugo, Arq. Valeria González V.

INGENIERÍA                           Ing. Rafael Boscán, Ing. Abdón Toledo, Ing. Jorge Mattar